Uno de los aspectos donde incide nuestra clase de Hatha Yoga Correctivo-Evolutivo en Barcelona, entre otros muchos, es en la salud de la columna y su mejora durante la práctica del Yoga. La edad se puede medir por la salud y flexibilidad de la columna vertebral.
Si la columna está rígida, el movimiento es más reducido, lo que nos dificulta los movimientos diarios, reduce el bienestar físico y es más propensa a las enfermedades articulares (protusiones, hernias discales, escoliosis…) y dolores musculares.
En nuestro centro de Yoga en Barcelona impartimos clases Hatha Yoga Correctivo-Evolutivo. La clase de Yoga tiene una estructura y orden establecidos. Unos ejercicios básicos, que los realizamos al inicio de la sesión, son las Karanas (ejercicios conscientes que combinados con el trabajo respiratorio flexibilizan el cuerpo y la columna preparándola para las Asanas).
Dentro de esta Karanas, encontramos el Saludo (Namaskar). Son 4 ejercicios dedicados a la preparación de la columna vertebral, reeducándola, fortaleciéndola y manteniéndola en perfecta forma.
¿Cómo realizar Yoga Correctivo-Evolutivo?
A modo de ejemplo, te describimos el último, a continuación. Empezamos tendidos boca arriba (decúbito supino), piernas juntas, brazos junto al troco. Llevar los brazos atrás e inspirando nos sentamos con la columna recta y los brazos separados a la anchura del hombro hacia arriba.
Intentamos colocar la espalda un poco más avanzada que la vertical, tórax en expansión, el abdomen hacia adentro y arriba, mentón retraído hacia la garganta y la nuca extendida (empujando la base del cuello hacia adelante). Las piernas estiradas si es posible, si nos es muy difícil el trabajo con la espalda así, doblamos un poco las rodillas.
A cada inspiración lenta torácica y clavicular, brazos más atrás y retroceso del cuello-cabeza y mentón hacia la garganta, expansión del tórax, rectificando la parte alta de la espalda (empujándola hacia adelante), bombeando la zona lumbar trabajando el abdomen.
Al espirar conservar la postura sin ceder. Aplicar voluntad y atención. Recorremos con la mente cada parte de la columna y observamos las tensiones que nos origina la postura.
Hacemos varias respiraciones intensificando la postura y, en la última, al espirar vamos llevando lentamente el cuerpo al suelo otra vez, sosteniendo la cabeza con las manos y desarrollando la columna lenta y progresivamente apoyando primero la zona lumbar. Relajar completamente una vez en el suelo.
Esta postura trabaja las curvas de la columna, le da equilibrio y flexibilidad, ayuda a eliminar los dolores de espalda, Revitaliza el sistema nervioso. Tonifica los músculos abdominales y los músculos profundos de la columna.