El regalo de la respiración. Pranayama . La inspiración.
En la práctica del yoga o Sadhana, la respiración juega un importante papel, y dentro de ella hablaremos un poco de la Inspiración. Con la inspiración asimilamos el Prana o energía universal.
La inspiración completa o profunda consta de 4 fases en las que trabajamos completamente la capacidad de los pulmones: respiración abdominal o diafragmática, la respiración básica, la que realizamos sin darnos cuenta , de manera automática, la respiración intercostal (ensanchando las costillas), la respiración supraclavicular (subiendo las clavículas y ensanchando la caja torácica) y respiración subescapular (llevando el aire a la parte más alta de los pulmones).
El Prana es fuente de energía para todas y cada una de las partes del cuerpo. Si tienes alguna parte del cuerpo débil o enferma, en el proceso de inspiración tienes que dirigir internamente con la mente la inspiración a esa parte, así ese órgano recibe más energía. Con inspiraciones profundas podemos aliviar dolores musculares y articulares. También es importante la concentración al nivel emocional cuando practicas la inspiración profunda. Con respiraciones completas obtenemos paz mental y emocional y te sientes más relajado.
Al realizar expiraciones completas creamos espacio y preparamos al cuerpo para recibir una profunda inspiración. La inspiración profunda incrementa la capacidad de los pulmones para expandirse a su capacidad máxima. Debemos reorientar la inspiración a los órganos o partes del cuerpo que necesitan regenerarse, hacia las zonas donde llega con dificultad la irrigación sanguínea y así les enviamos , no sólo oxígeno, sino Prana Vayu, la energía cósmica.
En la inspiración normal utilizamos con mucho un 40% de la capacidad de los pulmones. Con inspiraciones completas o profundas fortalecemos los pulmones, teniendo un gran efecto reparador en los tejidos, las células, articulaciones y músculos tensos y con poca flexibilidad. La inspiración profunda tiene grandes beneficios a nivel emocional y espiritual.
Un ejemplo donde trabajamos la respiración completa en nuestra clase de Hatha Yoga es en la ejecución del Buddhi Mudra Pranayama dentro de los Pre-Pranayamas destinado al despertar de la mente, a la abertura la caja toràcica en su globalidad y la preparación muscular y articular de la columna.