Resolvemos todas tus dudas gracias a los profesionales que trabajan en nuestra escuela de yoga en Barcelona. Da el primer paso hacia una mente y cuerpo más sanos.
Hatha Yoga. El control de la respiración
Una de las cualidades básicas de una postura de Yoga (Asana) correcta es la inmovilidad. Pero no la debes confundir con pasividad. Dentro de esta inmovilidad se esconde un aspecto dinámico que no se observa externamente, es la respiración.
En cada postura de Yoga, colocamos el cuerpo en una actitud diferente dinamizada siempre con la respiración. El control de la respiración no sólo comprende la concepción tradicional de inhalación y exhalación sino también el control de la energía vital.
Una sesión de Yoga es una sucesión ininterrumpida de respiraciones controladas apoyándose en las posturas como base, una sucesión de posturas unidas por la respiración.
Primero, debes tomar conciencia de la respiración y practicar los movimientos respiratorios (inhalación, exhalación, y retención con pulmones llenos o con pulmones vacíos).
Escucha tu cuerpo
Cada postura va a condicionar la práctica respiratoria, habrá unas zonas de resistencia y otras que facilitarán la respiración. En las posturas de flexión como la Pinza (Pachimottanasana) la respiración va a ser distinta que en posturas de extensión como en la Cobra (Bhujangasana) por la actitud misma de cada postura.
Tienes que trabajar la concentración, observar en cada postura en que partes del cuerpo es más fácil inspirar y que partes limitan y hacen más difícil la respiración. Tienes que escuchar el cuerpo y observar hacia dónde se redirige la respiración en cada postura.
La importancia de controlar la respiración
En una postura de flexión como la Pinza (Pachimottanasana), realizada correctamente, el abdomen es presionado por los muslos. Al inspirar nos encontramos con un obstáculo en la zona abdominal.
El Diafragma (el Diafragma es un músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal, al inhalar baja y comprime el abdomen y en la exhalación sube al comprimirse los pulmones) en la inspiración debe luchar contra la resistencia de las vísceras, comprimidas por las piernas, ejerciendo un masaje intenso de los órganos internos del abdomen.
Los órganos se descongestionan y liberan toxinas acumuladas y vuelven a su forma y tamaño correctos, permitiendo mientras estamos en la postura, que la respiración se vaya facilitando en esta zona abdominal. A demás, la inspiración se expande en cada postura hacia las zonas de menor resistencia, en este caso en la Pinza, hacia las costillas (respiración costal) y hacia la espalda y por último hasta la parte más alta de los pulmones (importante por ser una zona muy poco utilizada en la respiración común).
Practica tu respiración
Así en cada postura, la acción respiratoria se dirige en preferencia a una parte diferente del Tórax, de los pulmones, desarrollando con la práctica la capacidad respiratoria total, liberando todo el aparato respiratorio.
En la exhalación también debes ir más allá de la forma natural de expirar. Vamos a profundizar la exhalación bajando la parte alta del Tórax, contrayendo los músculos costales y junto con el trabajo abdominal hacer subir los más alto posible el Diafragma y sacar todo el aire.
Así es cómo debes mantener una postura 1-3 minutos trabajando el control respiratorio para obtener todos los beneficios y eficacia de cada postura de Yoga (Asana).
En cuanto al ritmo respiratorio, o bien , puedes respirar a tu propio ritmo, siempre con la mente concentrada en el trabajo respiratorio o intentar igualar la duración de la inhalación con la exhalación ayudando a concentrar mejor la mente en la respiración, con una respiración lenta, completa.