Las malas posturas que adoptamos desde la infancia en la vida diaria alteran el equilibrio de los órganos internos, influenciado, a la vez, por el debilitamiento de la musculatura por llevar una vida demasiado sedentaria y además por una falta de respiración correcta.
Esta condición afecta a nuestro nivel de energía y salud. ¿Aún no sabes qué es el Yoga? La clase de Hatha Yoga Correctivo-Evolutivo busca, a través de unas posturas concretas siguiendo unas directrices prefijadas y conociendo profundamente cada postura y los efectos que produce, mejorar nuestra condición física e incrementar el nivel de energía del cuerpo sin empeorar las posibles debilidades que podamos tener.
Se trabajan posturas simples, accesibles al máximo número de personas y ejecutadas de forma muy correcta respetando en todo momento la biomecánica del cuerpo. Evidentemente, es necesario tener paciencia y practicar, repetir, perfeccionar cada postura ya que los defectos y debilidades acumulados por malas posturas y mal uso del cuerpo no se pueden corregir en 2 clases. (los tejidos corporales se acomodan a las malas posturas que adoptamos habitualmente, cerrándonos y quitándonos libertad de movimiento. Promoviendo problemas articulares).
Pero si persistimos en la práctica, vamos a ver la evolución y mejora que obtenemos a través de ella. Mejorará nuestro alineamiento corporal, nuestra columna, nuestra energía, mejorará la flexibilización de articulaciones y músculos (dando más libertad de movimiento al cuerpo), mejorará nuestra postura.
Ahora describimos brevemente una postura de nuestro método:
Jathara Parivartanasana. Postura de rotación de la columna vertebral.
Durante la postura trasladamos la rotación por todas las vértebras desde la primera cervical hasta el sacro. La rotación de la columna es más reducida en la zona lumbar y perdemos capacidad de rotación por la vida sedentaria y la edad. Esta postura permite mejorar la flexibilización y rotación de toda la columna.
Tumbados en el suelo boca arriba, brazos en cruz. Las piernas juntas levantadas hacia el techo, verticales. Si podemos hacemos la postura con piernas estiradas, si tenemos mucha dificultad lo podemos realizar con piernas dobladas.
La cabeza se va a oponer a las piernas al entrar en la postura y al volver arribar. Primero bajaremos piernas a la derecha. Giramos la cabeza a la izquierda y presionándola contra el suelo, resistiendo, bajamos las piernas lateralmente hacia la derecha inspirando, hacia la mano derecha. Provocando una fuerte torsión por toda la columna oponiendo la cabeza contra las piernas mientras bajan al suelo.
Una vez aquí, mantenemos la postura relajando el cuello y profundizándola llevando el abdomen hacia la izquierda contra las piernas.
En la subida, igual, empezamos el movimiento con una fuerte presión de la cabeza contra el suelo, para volver las piernas a la vertical.